Los suplementos de probióticos ayudan a prevenir enfermedades en personas sanas y a mejorarlas en pacientes con ciertas patologías. Además, es conveniente tomarlos en caso de estar bajo tratamiento con antibióticos. Descubre más en este artículo.
Los suplementos de probióticos son microorganismos vivos que, cuando se administran en cantidades adecuadas, confieren un beneficio a la salud del hospedador. Generalmente, todos podemos suplementarnos con probióticos, pero existen determinados grupos de población que se verán más beneficiados. ¡Sigue leyendo el artículo para descubrirlo!
Suplementos de probióticos: todo lo que debes saber
Como hemos dicho, los probióticos son bacterias que aportan beneficios a la salud. Se encuentran presentes en diferentes alimentos como:
- Yogur.
- Kéfir.
- Jocoque (típico de la gastronomia mexicana).
- Chucut, kimchi (origen corenao).
- Encurtidos.
- Té kombucha.
- Tempeh.
- Complementos alimenticios.
Aunque, se encuentren presentes en algunos alimentos debido a su proceso de elaboración, estas bacterias no podrían llegar hasta el colon sobreviviendo el largo camino del intestino, como muestran algunos estudios.
Tendríamos que ingerir probióticos de manera frecuente y en una cantidad bastante grande para que sean beneficiosos. Por ello, los suplementos de probióticos encapsulados de forma adecuada, sí que podrían sobrevivir en nuestro aparato digestivo y realizar la acción correcta.
¿Cuándo tomar suplementos de probióticos?
Los suplementos de probióticos pueden contribuir a la prevención de enfermedades. Además, es bueno tomarlos tras un tratamiento con antibióticos.
Actualmente, se admite que los probióticos no solo sirven para mejorar el estado funcional y la sintomatología del individuo que tiene alguna enfermedad, sino que también pueden ser útiles para mantener la salud o prevenir la aparición de enfermedades.
Sin embargo, hay grupos de población que se ven doblemente beneficiados, como las personas que acaban de pasar por un tratamiento con antibióticos. Dichos medicamentos matan tanto a los patógenos malos como a los buenos (microbiota, flora vaginal y de otras mucosas, etcétera).
Por eso, después de tomar antibióticos es muy conveniente suplementarnos con probióticos durante al menos un mes. Por otro lado, la mayor evidencia sobre la eficacia de los probióticos ha sido descrita para el tratamiento de la diarrea aguda infecciosa, sobre todo en niños.
Hay otros colectivos que pueden verse beneficiados, como aquellos que presentan disbiosis intestinal. Esto suele suceder en personas que sufren:
- Obesidad.
- Diabetes mellitus tipo 1 y 2.
- Síndrome metabólico.
- Lupus eritematoso sistémico.
- Artritis reumatoide.
- Síndrome de sobrecrecimiento bacteriano.
- Enfermedad inflamatoria intestinal.
- Colón irritable.
- Enfermedad celiaca.
Los suplementos de probióticos también son beneficiosos para las personas ancianas. Esto se debe a que, al envejecer, ocurre una reducción de la diversidad microbiana, lo que disminuye la presencia de los microorganismos más beneficiosos.
Además, se esta estudiando su uso en otras enfermedades como el asma, la dermatitis atópica, enfermedades neurológicas, depresión, ansiedad, cáncer y salud bucodental. De acuerdo con un estudio publicado en la revista Depression and Anxiety , los probióticos podrían ser especialmente útiles en los problemas de estrés y depresión.
Como hemos dicho, el consumo de probióticos se considera seguro para la mayoría de las personas. Sin embargo, pueden desencadenar infecciones en personas inmunodeprimidas. Estas personas no deben suplementarse con probióticos nunca sin prescripción médica.
¿Cómo es un buen suplemento?
Para que las cepas de probióticos que se administran oralmente puedan ejercer sus efectos beneficiosos, deben resistir las condiciones ambientales del aparato digestivo y, especialmente, al efecto microbiocida de la saliva, la acidez gástrica, la bilis, la secreción pancreática, etcétera.
También se debe tener en cuenta que la composición de las distintas secreciones, el tiempo de vaciado gástrico o la motilidad intestinal pueden variar dependiendo de la edad y del estado de salud del hospedador.
Además, es importante elegir las cepas de microorganismos dependiendo del estado de salud, ya que cuánta más variedad de cepas distintas, mejor. Por lo tanto, es mejor el probiótico que tenga un mayor número distinto de cepas.
Otro dato de interés, es que mínimo deben contener 1000 millones de bacterias UFC (unidades formadoras de colonias). Un probiótico con menor número no hace nada.
¿Cómo consumirlo?
Nunca lo consumas con alimentos muy ácidos (cítricos, tomate, vinagre, etc) ni con bebidas calientes (té, café, infusiones, sopas, etc), ya que podría no hacer efecto.
La mejor forma es en ayunas por la mañana y con agua tibia. En ese momento, tanto el pH del estómago como su bajo nivel de ácido clorhídrico, son factores que favorecerán la supervivencia de las bacterias y a la eficiencia del producto.
Por el mismo motivo es aconsejable esperar 10 a 15 minutos antes de empezar a comer. Además, si estás tomando antibióticos, deja pasar al menos 3 horas antes de tomar el suplemento.
Finalmente, si quieres tomar probióticos, estas tomando antibióticos o tienes alguna enfermedad que puedas mejorar tomándolos, consulta a un profesional para que te indique cual es el más apropiado para tu estado. De este modo podrá elegir la cepa que más se adecúe a tus necesidades, mejorando así los efectos del suplemento.
-
Govender M., Choonara YE., Kumar P., Toit LC., et al., A review of the advancements in probiotics delivery: convetional vs non conventional formulations for intestinal flora supplementation. AAPS PharmSciTech, 2014. 15 (1): 29-43.
-
Szajewska H., Canani RB., Guarino A:, Hojsak I., et al., Probiotics for the prevention of antibiotic associated diarrhea in children. J Pediatr Gastroenterol Nutr, 2016. 62 (3): 495-506.Liu B., He Y., Wang M., Liu J., et al.,
-
Efficacy of probiotics on anxiety – a meta analysis of randomized controlled trials. Depress Anxiety, 2018. 35 (10): 935-945.